Lo más increíble de todo es que se trata de un tratamiento NO INVASIVO, sin efectos secundarios, sin mediación alguna por psicofármacos y apto para todas las edades, y entonces ¿Qué estás esperando?
Nuestro cerebro tiene una de las más complejas y organizadas estructuras del planeta, con aproximadamente mil millones de interconexiones neuronales, que se encargan de ejecutar los procesos de nuestro organismo (a nivel interno y externo), nuestras respuestas comportamentales y emocionales.
Aún confundido? Tan solo imagina esto: cada vez que tienes un pensamiento, planeas algo, desarrollas una actividad o una acción, se produce una secuencia de respuesta en cadena de millones de neuronas que se comunican entre sí dentro de tu cerebro para completar la tarea que demande la atención actual; cada vez que una neurona transmite información a otra, se produce un pequeño impulso eléctrico, y es allí donde reside nuestra actividad eléctrica cerebral. Esta actividad tiene infinidad de alcances respecto a la influencia que tiene en nuestro bienestar, respuestas emocionales y desempeño general, sin embargo, en algunas oportunidades se presentan rangos eléctricos irregulares/fuera del promedio normal que desencadenan síntomas indeseados como inatención, desconcentración, irritabilidad, bajo rendimiento, mala planeación, tensión, dificultades de sueño, migrañas, entre otros.
Aquí es donde entra en acción el Neurofeedback, este novedoso mecanismo combina los avances de la neurotecnología y del condicionamiento operante, donde, mediante la conexión de la persona a un sistema de Neurobit Optima2, podemos conocer en tiempo real la frecuencia de cada una de las ondas eléctricas y por ende, determinar qué ondas se encuentran actuando por fuera de los rangos esperados mediante un mapeo cerebral.
Posterior a esto se diseña un protocolo de entrenamiento, donde se combinarán los hallazgos del mapeo y las necesidades específicas de la persona/niño, definiendo una o dos áreas cerebrales a trabajar y los rangos en los que se espera operen. En términos generales, la persona/niño deberá concentrarse en una sola tarea: reproducir un video ‘‘con la mente’’, el cuál sólo se reproducirá si el área cerebral al que se encuentra conectada la persona/niño, trabaja en las frecuencias eléctricas previamente establecidas en su protocolo; cuando estas son alcanzadas, el video se reproduce con normalidad y se escucha un sonido; y allí se da un singular tipo de aprendizaje asociativo, donde la persona/niño condiciona su cerebro a desarrollar nuevas conductas operantes en función de la consecuencia presentada: el video se mueve, sorprendente no?